Algo habitual en nuestra convivencia con menores, especialmente en los primeros años, es su insistencia cuando quieren algo. “Las pinturas, mamá, las pinturas. Papá, las pinturas” es una frase que habremos oído algunas decenas de veces en los últimos días si convivimos con niñas o niños sobre los 3 años. Una evidencia de su impaciencia.
Al fin y al cabo, es una de las características de esta edad, querer algo ya, en este momento. Ya que aún carecen de sentido del tiempo, aún desconocen cómo medirlo. El tiempo de espera es, para cada menor, siempre “mucho”. Por ello debemos empezar a trabajar con ellas y ellos desde el principio evitando que aprendan que, por ejemplo con rabietas, es probable que consigan que acudas inmediatamente.
Se trata de enseñarles a ser pacientes pero, al mismo tiempo, de facilitarles aprendizajes asociados a la vida real, relacionados con el de entrenarles en la tolerancia ante algunas frustraciones y a relacionarse en una sociedad con normas y costumbres (hacer cola, por ejemplo) que deben ir asumiendo.
Por ello, en este artículo, os proponemos algunos consejos para entrenar la paciencia en el hogar, como parte del saber estar que hemos de trabajar con nuestros hijos e hijas
Ten en cuenta que eres su ejemplo. Aprenden por imitación, así que demuestra tu paciencia en la cola del supermercado, en un bar, en un atasco… será más fácil para cada menor aprender a ser paciente si tiene un buen modelo al que imitar.
Explícale la causa de la espera. “Tenemos que esperar a que atiendan a esa señora, es su turno, después nos atenderán”. Enseñarles a esperar es fundamental en las primeras etapas de la vida. Pero también requiere paciencia por vuestra parte, además de constancia y perseverancia pues es una tarea continua que debe mantenerse en el tiempo.
Cumple tus promesas: tras un “cuando termine de hablar con tu tío veré tu dibujo”, hay que ver el dibujo inmediatamente después de colgar el teléfono. Les enseñará que la espera tiene un objetivo.
Entrénales en la espera. Aguarda un poco antes de atender sus deseos (excepto si se trata de una urgencia –incluyendo el control de esfínteres–). Practica esta espera, principalmente, ante una rabieta. Por ejemplo, cuando nos reclaman, les haremos saber que les hemos oído pero tendrán que esperar a que podamos atenderles y no variaremos esa actitud. Les explicaremos siempre el motivo por el que tienen que esperar.
Marca los tiempos de espera con objetos o recursos que puedan entender. Desconocen qué son 5 minutos, así que utiliza “temporizadores” como la aguja del reloj “cuando la aguja grande llegue al 3, te doy lo que me has pedido”; canciones “cuando acabe esta canción, buscamos las pinturas”…
Si se tienen hermanos o hermanas, conviene que compartan los juguetes, libros… y no los tengan duplicados. De esta manera deberán aprender a respetar turnos de uso.
Premia su paciencia con, por ejemplo, felicitaciones públicas, que sienta que ha hecho un buen trabajo y se le reconoce.
Muestra comprensión con su situación concreta. A veces sentirán cansancio, estarán irritables por algún motivo… en estos casos, lo correcto es atender sus demandas.
Proporciona alternativas cuando la espera prevista sea larga (en la consulta médica, en un viaje…). Los cuentos y los juegos son buenas alternativas.
Mide tus reacciones ante sus errores, cuando su comportamiento sea incorrecto evita la agresividad, mantén la calma y explícale la causa del error y comportamiento correcto.
Os mostramos ahora un par de actividades que pueden ayudaros a trabajar la paciencia con menores en vuestra casa:
Yolanda Lorenzo @Yoloren
COLEGIO
Tel. 964 228 758
Calle San Jorge del Maestrazgo, 2
12003 Castellón de la Plana
ESCUELA INFANTIL
Tel. 964 233 114
Calle Moncófar,6
12003 Castellón de la Plana
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