Con el calor y la humedad, los insectos se multiplican. Poco importa elegir entre la playa o la montaña, estos desagradables compañeros de viaje nos van a perseguir a lo largo de unos cuantos meses: avispas, abejas, arañas y, cómo no, mosquitos. Si no queréis interrumpir la tranquilidad de las vacaciones en familia a causa de las picaduras, atentos.
Consejos para prevenir las picaduras de mosquitos y otros insectos
El refranero, que es sabio, lo dice bien claro: “Mejor prevenir que curar”. Durante el verano tenéis que tomar medidas para evitar a toda costa las picaduras, especialmente en los niños. Y es que, aunque en la mayoría de casos, solo suponen una molestia, a veces pueden llegar a complicarse, debido a alergias y a la transmisión de enfermedades.
Estas son algunas de las precauciones que podéis seguir:
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Utilizad repelentes e insecticidas. Si salís durante el atardecer o el amanecer con los pequeños de la casa o vais de viaje a algún lugar muy húmedo, es recomendable comprar algún repelente de mosquitos en la farmacia. Los más efectivos son lo que tienen como principio activo la dietiltoluamida (DEET).
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Proteged el hogar. Muchas veces, las picaduras se producen en casa mientras dormimos. Por eso, es aconsejable instalar mosquiteras en las ventanas o en las cunas y camas de los niños. Además, conviene echar insecticida si descubrís que tenéis otros visitantes, como las arañas. Eso sí, seguid las al pie de la letra instrucciones, ya que un mal uso puede llegar a ser tóxico.
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No uséis perfumes. Los olores dulces de las colonias, los jabones o los productos para el pelo atraen a los insectos.
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Llevad manga larga y pantalón largo. Al menos, cuando sea posible. En las horas de mucho calor, podéis optar por ropa fresca que no tenga colores brillantes ni tampoco estampados. ¡Ah! También es importante sacudir las prendas antes de ponérselas si han estando tendidas al aire libre.
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No comáis al aire libre. Los insectos acudirán atraídos por el olor de los alimentos y, de paso, vosotros os convertiréis en su manjar. En el caso de que vayáis a hacer algún picnic ocasional, es importante tener en cuenta la ubicación: alejaos de cubos de basura y aguas embalsadas, que suelen ser un foco de insectos.
Remedios para las picaduras de mosquito en niños y adultos
A pesar de todos los esfuerzos, es muy probable que tanto los niños como vosotros acabéis con alguna que otra picadura. La regla número una es comprobar la reacción de la piel. Si observáis algo anormal, duele demasiado o no estáis seguros de qué insecto ha producido el eccema, debéis acudir al médico. Recordad que esto es todavía más necesario en bebés y alérgicos.
También es fundamental no rascarse, porque el veneno se extenderá fácilmente por la piel y, al final, la molestia será mayor. Esto significa que tendréis que tener bien vigilados a los más pequeños de la casa.
Otros remedios naturales y médicos que podéis seguir son:
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Aplicar hielo en las picaduras para disminuir la inflamación y el dolor.
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Echar amoniaco a la picadura en el momento en que se produzca. Este compuesto modifica pH de la piel, lo que alivia ligeramente el picor, pero solo funciona antes de que el veneno se haya expandido.
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Utilizar cremas reparadoras y calmantes, que contengan aloe vera o caléndula. Se trata de una buena opción para embarazadas y niños pequeños que no pueden optar por otros tratamientos médicos más eficaces.
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Tomar antihistamínicos orales o tópicos, corticoides o antiinflamatorios, cuando se desencadenen reacciones más graves, como ronchas o exceso de inflamación. En cualquier caso, es el médico quien debe prescribir el medicamento más adecuado en cada caso y la dosis en niños o adultos.
Nuria Molina