Cómo fomentar los hábitos de autonomía personal en los niños-as

El desarrollo de la autonomía personal en los niños y niñas es un objetivo que debemos tener muy presente, esta autonomía les permitirá ser capaces de realizar por sí mismos aquellas tareas propias para su edad. Además, la falta de autonomía, generalmente está asociada con problemas en el aprendizaje y de relación con otros compañeros y/o personas de referencia.

Debemos enseñar y potenciar en los más pequeños todo aquello que consideramos que son capaces de hacer por sí mismo o los hitos que están desarrollados a su edad cronológica.

Desde casa podemos trabajar los distintos contextos de autonomía:

• Higiene: todo lo relacionado a su cuidado personal: lavarse los dientes, control de esfínteres, peinarse, …
• Vestirse: ponerse y quitarse diferentes prendas, elegir la ropa, …
• Comida: uso de cubiertos, comer solo, normas sociales en la mesa, …
• Responsabilidad: disponer de tareas que debe realizar para mejorar su día adía y el de sus suyos: colaborar en las tareas de casa, …

Para fomentar estos hábitos es importante que ofrezcamos alternativas a nuestros hijos, darles nuevas situaciones y retos a resolver, respetar su privacidad, reforzar las buenas conductas, incitarles a llevar acabo estos hábitos, … A continuación, se abordan algunas etapas de desarrollo con actividades apropiadas a cada grupo de edad; todo esto debe servir como una guía para trabajarlo posteriormente en función del desarrollo y necesidades propias de nuestro hijo.

En la etapa de Infantil es importante que empecemos a hacerles responsables de ciertas tareas, por ejemplo:

• Lavarse la cara y los dientes, peinarse y todos los básicos de higiene personal.
• Quitarse y ponerse la mochila.
• Vestirse solos y colocar la ropa en el lugar adecuado.
• Usar los cubiertos y las normas enla mesa de manera autónoma.
• Regar las plantas.

Durante los primeros años de Primaria (de 6 a 10 años aproximadamente), nuestros hijos quieren ser más independientes y “mayores” por eso podemos delegar en ellos tareas con más responsabilidad, como por ejemplo:

• Hacer la cama.
• Poner y recoger la mesa.
• Mantener ordenado su armario.
• Sacar la basura.
• Recoger los platos.
• Recoger la casa.
• Apuntarse la tarea escolar.
• Organizar su espacio.
• Organizar sus tiempos: deberes, estudiar, …

Ya pasando a la pre-adolescencia, nuestros hijos deberían ser capaces de hacer por sí mismos prácticamente todo. Aunque durante estas etapas empiezan a tener una actitud más negativa frente a las tareas y actividades que le supongan una responsabilidad, llegado el caso debemos de hablar con ellos para recordarles la importancia de realizar dichas actividades y fomentar unos hábitos saludables.

En esta etapa ya son capaces de:

• Poner la lavadora.
• Aspirar la casa.
• Preparar comidas sencillas.
• Sacar a pasear a las mascotas.
• Ayudar a los hermanos pequeños.

Educarles en autonomía les dará las herramientas necesarias para alcanzar una madurez completa e independiente, la mayoría de los niños funcionan muy bien con rutinas, el objetivo principal será conseguir que esos hábitos se conviertan en rutinarios.