Un salto en el tiempo: Los estudiantes de San Cristóbal descubren la historia de los juguetes

En un mundo cada vez más digitalizado, donde los juegos infantiles suelen transcurrir en pantallas, los alumnos de 3° de primaria del Colegio San Cristóbal nos recordaron la importancia de mirar hacia atrás en el tiempo para comprender nuestro presente. Su reciente visita al Museo del Juguete de Almazora no fue solo un paseo educativo, sino una verdadera inmersión en la historia y la evolución del juego y los juguetes, elementos cruciales en el desarrollo humano y cultural a lo largo de los siglos.

Esta actividad, enmarcada en la Unidad de Indagación "Donde nos encontramos en el tiempo y el espacio" del Programa de la Escuela Primaria del Bachillerato Internacional, reveló cuánto podemos aprender de nuestro pasado y cómo este influye en nuestra comprensión del mundo. Los juguetes, más allá de ser objetos de entretenimiento, son testimonios vivos de las épocas, las tecnologías, los valores y las esperanzas de generaciones anteriores.

La experiencia comenzó con una introducción al mundo de los juguetes antiguos, donde los alumnos se convirtieron en pequeños detectives. Su misión: descubrir cómo jugaban sus antepasados y entender la evolución del juego a lo largo del tiempo. Esta búsqueda no solo fue una aventura emocionante para ellos sino también una oportunidad de desarrollar habilidades de investigación, observación y análisis crítico.

El museo, con su colección diversa y bien conservada, ofreció a los niños un viaje a través de distintas épocas. Pudieron ver de cerca juguetes que datan de principios del siglo XX, algunos de los cuales funcionaban sin la necesidad de electricidad o baterías, una novedad absoluta para muchos de ellos. Estos objetos, que alguna vez fueron la principal fuente de entretenimiento para niños de su edad, ahora se convirtieron en herramientas educativas.

Además, este viaje al pasado permitió a los estudiantes entender mejor las diferencias y similitudes entre su propia infancia y la de los niños de épocas pasadas. Observaron, por ejemplo, que a pesar de las diferencias tecnológicas, muchos juegos tradicionales siguen teniendo relevancia y son jugados hoy en día, aunque con algunas variaciones modernas.

El personal del museo jugó un papel fundamental en esta experiencia educativa. Guiaron a los estudiantes a través de las diferentes salas, explicando el contexto histórico de cada juguete y cómo reflejaban los aspectos socioculturales de su tiempo. Esta interacción fue esencial para que los alumnos no solo vieran los juguetes como objetos antiguos, sino que los entendieran como parte de una narrativa histórica más amplia.

Reflexionando sobre esta experiencia, es evidente que los viajes educativos como el realizado por los alumnos de 3° de primaria del Colegio San Cristóbal son mucho más que simples excursiones. Son, de hecho, poderosas herramientas pedagógicas que permiten a los estudiantes conectar con el pasado, entender mejor el presente y, de alguna manera, prepararse para el futuro. En un mundo que avanza rápidamente, entender de dónde venimos puede ser clave para saber hacia dónde vamos.

La visita al Museo del Juguete de Almazora no solo enriqueció el conocimiento de los estudiantes sobre la historia y la evolución del juego y los juguetes, sino que también reforzó habilidades como el pensamiento crítico, la curiosidad y la creatividad, competencias esenciales en el siglo XXI. A través de esta inmersión en el pasado, los alumnos de San Cristóbal no solo aprendieron sobre juguetes antiguos; aprendieron sobre sí mismos, sobre la sociedad y sobre la humanidad.